Ciudades de papel

Ciudades de papel

“Ciudades de papel” (Paper Towns). Jake Schreier, 2015

El primer amor es ese que por lo general no es muy correspondido, que se alimenta del ímpetu juvenil, de la inocencia de la vida, de creer en la ilusión y de vivir la fantasía, de tal forma que para cuando se rompa todo ese mundo, es decir, se pase a ser adulto, el proceso y la transición misma han dejado muchas vivencias y con ello se abren nuevos horizontes. La vida continúa con la fuerza del joven adulto, refleja la vida de quienes tienen esos años, recuerda la vida de quienes ya no tienen esos años pero que también experimentaron situaciones similares.

Ese parece ser el sentido del guión que parte de la novela homónima escrita por John Green y dirigida por Jake Schreier en su segundo largometraje, narración de la cual la película extrae momentos muy especiales, ya sea en algunos diálogos tan sencillos como profundos sobre la concepción de la vida en ese tránsito de joven a mayor, como también en lo cotidiano de la vida estudiantil, de saber dibujar esos momentos aparentemente triviales que componen el transcurrir de los días y que, como toda buena comedia, está llena de gags, de enredos y de burlescos que matizan el lado dramático de la vida y del mundo actual, del buscarse a sí mismo y no hallarse.

Una producción con buenos recursos y filmada con grandes medios técnicos, los cuales por lo general suelen estar ausentes o bastante reducidos cuando se trata de una comedia de jóvenes, sólo destinada a retratarlos en diferentes momentos de su acontecer diario. Otro mérito de la película y del guión es que se encuentra completamente alejada de cintas tipo “Porkys” y similares, con las que se asocia este tipo de films juveniles y que el cine comercial saturó con estas comedietas simplistas, a su vez que de manera muy reductiva simplificó todo el mundo juvenil a sólo la búsqueda de sexo y primeras incursiones al respecto. Hay mucho más en el mundo de los jóvenes y esta cinta lo demuestra muy en detalle.

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